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- Isabella Ríos Muñoz-Tebar
- 19 ene 2016
- 5 Min. de lectura
Arepa
Pan de maíz, de forma circular, que se puede cocinar asado o a la parrilla; se rellena o acompaña con diferentes ingredientes según las regiones; es típico de América, especialmente de Colombia y Venezuela
Como buena venezolana, sé que mejor desayuno que la arepa ¡No hay!... Es parte de nuestra cultura, de nuestro día a día; definitivamente es uno de esos platos que nos definen en su máxima expresión.
En sus inicios la arepa era el resultado de una masa hecha de maíz cocido y molido, mejor conocido como “Maiz Pilao“; pasos que nos ahorramos con la presencia de la “Harina Pan“, harina de maíz blanco precocida que tan solo necesita de agua y sal para en cuestión de minutos disfrutar de una deliciosa arepa.
Si sorpresivamente eres de los privilegiados que cuentan con molino de maíz en casa, tan solo tienes que colocar el maíz limpio en agua hirviendo durante aproximadamente 20 minutos. Una vez pasado el tiempo, escurrimos y agregamos agua fresca, logrando enfriar los granos y parar la cocción. La consistencia adecuada del maíz después de cocido es blando por fuera y duro por dentro. Antes de pasar los granos por el molino, lava una vez más, así nos aseguramos de eliminar las partes oscuras y restos de cascaritas. Cuando ya esté molido le agregamos agua y sal.
Y aquí viene la parte de la preparación convertida en canto escuchado por cualquier niña o niño venezolano: “arepita de manteca pa mamá que da la teta, arepita de cebada pa papá que no da nada”. Con esa masa vas a formar bolitas de 5 centímetros de diámetro, para luego aplastarlas con las palmas de las manos, dándoles forma circular. Hay quienes les gustan planitas, otros las prefieren gorditas. Se cocinan a la plancha o en aceite, hasta que doren ambos lados o caras.
Lo simpático y folklórico de las arepas venezolanas está en los rellenos. La sencillita podría llevar solo mantequilla, pero se pueden rellenar con quesos (blancos y amarillos), embutidos, sueros, jamón, mortadela, aguacate, huevo, granos, guisos, carne, pescado y hasta de mariscos. Y si en alguna oportunidad visitas una arepera en Caracas, Maracaibo o Nueva Esparta, pon atención a esta infografía que comparto para ubicar la del relleno de tu preferencia:

Mi preferida como la de muchos es La Reina Pepiada: Gallina o Pollo + Aguacate + Mayonesa. Una pechuga hervida o sancochada jamás tendrá ese sabor tan único y espectacular del pollo en brasa, por lo que si almuerzas hoy pollo en brasa, guarda un poco para mañana y así desayunaras las mejores reinas de tu vida. A la mezcla le agrego también un poco de cebolla morada picada chiquitica, cilantro y por supuesto el aguacate (hecho puré) y la mayonesa. Por último, agrégale un toque de picante si es de tu agrado.
Otro dato que comparto es que a la masa le puedes agregar más sabor si así lo deseas, Y ¿Cómo? Con un sofrito, migas de chicharrón, queso, etc etc… En una sartén sofríe cebolla, ajo, ají dulce (todo chiquitico). Una vez listo, déjalo enfriar y agrégaselo a la masa. En el caso del chicharrón déjalo secar muy bien, tritúralo y agrégalo a la masa; la arepa de chicharrón es perfecta sola, pero rellenarla de queso blanco o inclusive unas tajadas de plátano maduro frito – “Yumy” - sin duda es manjar para los dioses, toda una explosión de sabores.
Las de tonos dulces vienen de los andes de mi país. Para preparar las conocidas como “arepitas dulce” se le agrega a la masa de maíz azúcar y semillas de anís. Estas arepitas van muy bien con un queso tipo duro y saladito, y suelen cocinarse fritas. Las arepas que llaman “andinas” están hechas con harina de trigo, leche en polvo, sal, azúcar, mantequilla y huevo, siendo una de las pocas variaciones a la arepa de maíz tradicional.
Tenía toda mi vida acostumbrada a esto, hasta que inicie una de las primeras grandes aventuras en mi carrera: me fui a vivir par de años a Bogotá , Colombia. En cuestión de segundos, y sin querer queriendo, me encontraba en una esquina comparando arepas. Mas allá de regionalismos y preferencias por nuestro hogar, una de las cosas que más me sorprendió fue encontrarme con una arepa plana y de masa seca, en donde el relleno no tenía ninguna participación. Es también su pan de todos los días, todo lo acompañan con arepa, incluso al entrar al automercado encuentras arepas ya formadas y listas para calentar en la plancha; lo de amasar y hacerlas quedaba para los “fajados”. Y es que, si bien la arepa en Venezuela tiene una costra crujiente, en el interior te encuentras una masa vaporosa, untuosa. Es en ese momento cuando surgen los comentarios estilo: “Veneca esto no es Venezuela, esto es Colombia“. Mientras lograba entender el ¿Por qué? un buen amigo me explico lo que relato a continuación:
Mire Veneca – me decía el colega - esa arepa a la que no le otorgas tu visto bueno es típica en una región, es paisa, y pues sí, esta regada por todo el país, pero tal y como sucede en Venezuela, cada región tiene sus distintas recetas. Fue entonces cuando me presentó a la arepa boyacense (típica de Boyacá), cuya masa es el resultado de una mezcla de harina de trigo y maíz, queso cuajada o campesino, mantequilla, sal y panela (azúcar sin refinar). ¿Te cuento algo? Al probarla me enamoré de la arepa colombiana. Y es que si, en Colombia se encuentra el amor por infinidad de recetas y platillos, pero este es amor verdadero porque tiene alguito de mis orígines, jeje.

Por cada 250gr de harina de maíz utiliza: 50gr harina de trigo, 100gr de mantequilla derretida, 1/4tz de panela diluida en agua, 1/2tz de leche, una pizca de sal y 200gr de queso cuajada o estilo campesino. Empieza rallando el queso para el relleno. Sí, se usa relleno para que cuando muerdas y alejes la arepa de tu boca se formen esos hilitos de queso que Yuuum… mejor sigamos. En un recipiente mezcla las harinas, sal, mantequilla y la leche; agrega el agua de panela caliente lentamente y revuelve con una cuchara. Mezcla muy bien hasta que obtengas una masa consistente y deja reposar por 5 minutos o hasta que sea posible manipularla. Toma una pequeña porción y colócala en una superficie plana cubierta con una bolsa plástica o papel film. Deja la masa dentro de la bolsa y luego usa un rodillo para aplanarla. Haz dos círculos del mismo tamaño y luego pon el queso rallado en medio de las dos. Cierra presionando suavemente las dos tapas de arepas. Precalienta la sartén, parrilla o plancha a fuego medio y estamos listos para cocinarla. Lo mejor de todo es que estas arepas las podemos mantener congeladas, así que en el momento de un antojo, saciarlo con estas delicias no será gran problema.
Lo importante con todo esto es darnos cuenta que sea cual sea la cultura gastronómica de un país, y sus diferencias con las nuestras, siempre existirán platillos que al llegar a tu lugar de origen querrás preparar y devorar… En mi caso, en la tierra de las mujeres hermosas y las Arepas, hoy preparo de cuando en vez una sabrosa Arepa Boyacense.
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