Nueva Aventura, Nuevos Sabores
- Isabella Ríos Muñoz-Tebar
- 30 ene 2016
- 4 Min. de lectura
Mi vida como cocinera es toda una aventura; cuando estoy en el restaurante no siento que estoy trabajando sino que estoy disfrutando lo que más me gusta hacer: ¡Cocinar!... Desde que empecé mis estudios en el Instituto Culinario de Caracas (ICC) tuve la fortuna de contar con la influencia y enseñanza de los mejores chefs y cocineros de mi país (Venezuela), pasando por sus restaurantes, y de esta forma nutrirme con información y vivencias muy valiosas… Hasta que un día me levanté decidida en hacer realidad uno de mis grandes sueños: viajar por el mundo, y lograr ser parte del equipo de las mejores cocinas. La Primera Parada: Bogotá (Colombia), en donde por dos años me levantaba todos los días con muchísima energía y una sonrisa en la cara, lista para cocinar en el #1, Criterión. El segundo capítulo de esta historia está a punto de ser escrito, ya que en pocos días dejo mi país nuevamente con dos maletas llenas de entusiasmo y cuchillos, por supuesto –jeje-, lista para un nuevo reto: Abu Dhabi (Arabia Saudita - Medio Oriente).
Seré parte del equipo de una nueva oferta culinaria, en donde la cocina Latinoamericana será la estrella. No puedo negarte que hoy me invade una mezcla de nervios con emoción y energía, pero si hay algo en lo que no dejo de pensar es en la gastronomía con la que me voy a encontrar.
La comida Árabe siempre ha sido una de mis favoritas debido a su diversidad, únicos sabores, los productos, especias en las que se basa, y su sencillez. Si un cous-cous, el kipe, falafe, un delicioso cordero, warak, o una simple crema hummus son una delicia cuando están bien elaborados en cualquier rinconcito del mundo, ¿Te imaginas probarlo en un local ubicado en el mismo sitio desde donde se originan estas recetas y sabores? Magia y fuegos artificiales. Aprender de ellos, sus trucos, secretos y tradición, será definitivamente fascinante.
Uno de mis platos favoritos de su gastronomía son los falafel: crujientes croquetas hechas a base de legumbres (garbanzos tradicionalmente). Hacerlas es muy sencillo. Tan solo necesitas dejar en remojo los garbanzos durante toda la noche y al día siguiente, con la ayuda de un procesador de alimentos, los trituras (en crudo), acompañándolos con ajo, cebolla, cilantro, perejil, sal, pimienta, comino, zumo de limón y tahini (pasta de ajonjolí o sésamo). Un truco muy efectivo es agregar un poco de bicarbonato de sodio a la mezcla. De esta forma quedarán más esponjosas las croquetas.
Puedes darle un giro a la receta sustituyendo la mitad de los garbanzos por arvejas verdes, lo que aporta un sabor algo distinto y por sobre todo un verde más activo, muy agradable y deseable a la vista. Si al procesar todos los ingredientes sientes que le hace falta un poco más de líquido para amalgamar, no dudes en agregar un poco de agua (cucharada a cucharada; siempre recuerda ir de menos a más, porque al contrario se complica o se hace imposible lograr el plato perfecto). Con esta mezcla procedes a darle forma a nuestras croquetas; personalmente me gusta hacer “mini carnes de hamburguesas” más que “albondiguitas”. De esta forma, una vez fritas, las puedo degustar de la forma que más me gusta: dentro de un pan pita (típico pan árabe, de forma plana), bañándola con una deliciosa salsa. A la hora de hablar de la salsa siempre me cuesta decidir entre tres:
Hummus: Crema de puré de garbanzos cocidos, mezclado tradicionalmente con zumo de limón, tahini, aceite de oliva, ajo y pimentón seco. En la actualidad encontramos muchas variaciones. Hay quienes agregan aguacate o palta, otros les gusta agregarle un poco de color utilizando algo de remolacha. Lo importante es recordar el procedimiento antes de inventar y poner a volar nuestra creatividad. Cuando tengas los garbanzos cocidos colócalos en un procesador o licuadora con 1 diente de ajo, zumo de limón y 2 cucharadas de tahini. Enciende el procesador y cuando comience a agarrar forma la mezcla agrega un poco de aceite de oliva en forma de hilo. Si necesitas más líquido agrega un poco del agua donde cocinaste los garbanzos. Para finalizar rectifica la sal y agrega una pisca de pimentón en polvo.
Crema de tahini: El tahini es una pasta de ajonjolí o sésamo similar a la mantequilla de maní, que es utilizada como complemento para otras recetas. Lo encontramos listo en los auto mercados, pero si la quieres hacer en casa tan solo necesitas 200gr de semillas de sésamo y 50 gr de aceite (sésamo, girasol, oliva). Calienta las semillas en una sartén (o en el horno), y cuando empiecen a soltar aroma, cuando estén doradas (5 minutos aproximadamente) colócalas en la licuadora con el aceite; en cuestión de segundos tendrás tahini hecho en casa. Esta pasta es un poco densa y de sabor fuerte, por lo que en lo particular me gusta aligerarla un poco con crema de leche. Sazona con sal, un poco de azúcar y unas gotas de vainilla -yummy el contraste y balance de sabores es perfecto.
Salsa de yogurt: Esta última es la más fácil, pero al mismo tiempo súper delicada y deliciosa. Comienza machacando un poco de ajo. Una vez esté bien triturado y parecido a una pasta lo mezclas con el yogurt, un chorrito de aceite de oliva, hojas de menta o hierbabuena finamente picadas y un poco de pepino sin piel ni semillas, picado en brunuase (cubitos chiquiticos). Al momento de seleccionar tu yogurt recomiendo el llamado “yogurt griego” ya que es más sabroso, más denso y cremoso.

Y llegó la hora de armar el platillo; Yo coloco por pocos minutos el pan de pita a la plancha. Cuando está calientito lo abro haciendo una especie de “bolsillito” en donde colocaré tres de nuestros falafel recién fritos y crocantes, bañados con alguna de mis salsas predilectas.
Así, mientras termino de arreglar las maletas, voy disfrutando de estas delicias, acostumbrándome a la fascinante idea de que esta será la cultura gastronómica que me acompañará en los próximos dos años. Y tranquil@, que todos esos “truquitos” y tips que vaya absorbiendo sin duda los compartiré contigo…
Hablamos pronto, desde otro lado del mundo, pero siempre a través del mismo medio... éste, nuestro rincón de encuentro con los más exquisitos sabores.
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